Embriagante

No hay nada mas rico que enviciarse con el amor, resulta tan satisfactorio ser un borracho por caricias

martes, 23 de noviembre de 2010

Siempre me emociono bien fácil.

Un día intente escribir un cuento sobre un par de labios que iban por la vida rogando amor. No lo termine porque me pareció absurdo separar a tan bella parte del cuerpo, ahora me arrepiento; A esos labios hasta nombre les hubiera dado y un final feliz para que pudieran un día cerrarse en paz.

¿Los labios vienen en pares? Deberían, pero deberían venir en pares de cuatro. Para que el de arriba presione al de abajo y el de abajo le coquetee al de enfrente y… ya me hice bolas.

Hecha bolas estoy desde que nací y creo que por eso divago tanto.

Me gustaría divagar un rato sobre lo bello de unos labios que a menudo me sonreían pero ahora intento ser otra y ya no debo hablar de los muertos. No quiero que un día se enoje su alma y me venga a jalar las patas.

Qué bonito es eso de intentar escribir y no afligirse por las comas, los signos de puntuación y las reglas de gramática o lingüística o la chingada.

Qué bonito es tener un blog en donde poder escribir todas las pendejadas que se me ocurran aunque no tengan secuencia lógica y aun así terminar enamorada de mi entrada.

Qué bonito es ponerle un titulo bien real a esta entrada.

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