Embriagante

No hay nada mas rico que enviciarse con el amor, resulta tan satisfactorio ser un borracho por caricias

martes, 23 de noviembre de 2010

Siempre me emociono bien fácil.

Un día intente escribir un cuento sobre un par de labios que iban por la vida rogando amor. No lo termine porque me pareció absurdo separar a tan bella parte del cuerpo, ahora me arrepiento; A esos labios hasta nombre les hubiera dado y un final feliz para que pudieran un día cerrarse en paz.

¿Los labios vienen en pares? Deberían, pero deberían venir en pares de cuatro. Para que el de arriba presione al de abajo y el de abajo le coquetee al de enfrente y… ya me hice bolas.

Hecha bolas estoy desde que nací y creo que por eso divago tanto.

Me gustaría divagar un rato sobre lo bello de unos labios que a menudo me sonreían pero ahora intento ser otra y ya no debo hablar de los muertos. No quiero que un día se enoje su alma y me venga a jalar las patas.

Qué bonito es eso de intentar escribir y no afligirse por las comas, los signos de puntuación y las reglas de gramática o lingüística o la chingada.

Qué bonito es tener un blog en donde poder escribir todas las pendejadas que se me ocurran aunque no tengan secuencia lógica y aun así terminar enamorada de mi entrada.

Qué bonito es ponerle un titulo bien real a esta entrada.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Yo y mis necesidades.

Siempre hablo de besos y de putos. Seguro es porque él que en pan piensa es porque hambre tiene.

Yo tengo hambre de besos y de putos cabrones.

martes, 2 de noviembre de 2010

De mi inspiración.

Morir hundida entre tus piernas, jodida de la adicción a tus besos. Jodida de ti.

Siempre me ha encantado Real de catorce y la poesía que en el dejo José Cruz.

Yo tenía un libro de poesía que compre en el Metropolitan, ese día José canto y recito como el Dios del blues que es. Otro día Alan fue a conocerlo al FARO quesqué pá que lo firmara el mismo José. Mi libro desapareció y Alan dice que luego lo busca.

En fin siempre he querido que las tristezas me dejen el ingenio de las palabras y escribir por ejemplo:

Hay días en que me desmorono
como la sombra de una viuda arruinada.
Vivo el peligro de morderme las encías,
de recordar que sólo soy un malherido.

Solo me salen cosas como:

Que cuando el viento se lleve a mi desmoronado corazón,

te entre en los ojos, te talles mucho y te quedes ciego.

Puto.

¿Qué puedo hacer yo si mis tristezas nomás me alcanzan para decirte puto?

Día de muertos.

Quiero mudarme de blog, como quiero mudarme de cuarto, de casa, de cuerpo, de corazón, de pensamientos, de recuerdos, de ti.


Sí, aun estando muerto te recuerdo, te vivo y eso seguramente no te deja descansar. Eres mi muerto favorito y eso que yo te mate. Te hice un funeral ficticio al que invite a todos tus recuerdos. Ese día saque el álbum de fotos, tus pijamas que me quedé, tus regalos; los acomode e hice una fiesta, una fiesta seria, donde además de llorar es indispensable cantar canciones de amor con mucho desprecio.

Hoy te recuerdo porque es día de muertos. Te he visto paseando por la calle, bonito tú, me dices adiós.

Qué hermoso que mi muerto me hable, aunque sea poquito, aunque sea de lejos, aunque sea nomás para decir adiós.


No sé si mudarme de blog, pero ya comencé a mudarme aunque sea de recamara. De ti; a los muertos solo se les llora a veces.